jueves, 4 de julio de 2013

XI Congreso Español de Sociología, Madrid, 10-12 de julio de 2013

Fiel a su cita, una vez cada tres años, vuelve la semana que viene el Congreso Español de Sociología, en su undécima edición. Esta vez se celebra en Madrid, después de algunas dificultades, debidas a las paralelas dificultades económicas del sistema universitario, para que otras ciudades y otras universidades se encargaran de organizarlo. Hay que recordar que el Congreso ha recorrido en sus 10 anteriores ediciones casi toda la geografía nacional: Zaragoza, Santander, San Sebastián, Madrid, Granada, La Coruña, Salamanca, Alicante, Barcelona y Pamplona. Es, por tanto, la primera vez que el congreso repite sede, aunque también es de desear que el congreso siga su periplo en futuras ediciones por otras universidades de España como Murcia, Oviedo, La Laguna, Tarragona, Valencia, Valladolid, Sevilla, etcétera.


Organiza el congreso la FES (Federación Española de Sociología), federación que agrupa socios individuales, asociaciones territoriales y grupos de trabajo. Este estatus de federación, aunque ajustado a la compleja organización territorial de nuestro país, tiene bastantes aspectos a mejorar. Como federación, en sí misma no es una organización plenamente democrática. Por ejemplo, la ESA (Asociación Europea de Sociología), aunque también reconoce en su seno a las asociaciones nacionales, se organiza a través de la participación directa de los socios en la elección de sus órganos y la organización de sus comités. La FES no es así: mantiene la estructura jerárquica federativa y la participación de los socios únicamente es indirecta. No votamos directamente a los órganos sino a representantes que luego entre ellos eligen. Los comités tampoco tienen una estructura autónoma y democrática: la dirección de los comités viene decidida "desde arriba". Aprovecho, por tanto, estas líneas para desear y pedir que la FES se transforme en una organización realmente democrática, como lo es la ESA (cito las dos organizaciones de las que soy socio). De hecho mi petición va más allá: la FES debería transformar su estructura y nombre. Debería ser la AES: Asociación Española de Sociología. No tiene sentido esa idea de federación, sino la estructura a la vez más abierta y democrática de una asociación (que, como la ESA, puede ser de personas y colectivos, también territoriales).

Pero pasemos al congreso de Madrid. Aquí tenéis el enlace al programa de los grupos de trabajo. Yo este año estaré siguiendo el Grupo 8 Sociología Política en el cual presento una comunicación junto con Eva Martín Coppola (enmarcada en el proyecto I+D que estamos desarrollando a partir de este año) y también coordino una breve sesión sobre "género, representación política e igualdad". Espero que los debates sean fructíferos y también deseo que dichos debates los planteemos hacia una mejora inevitable de nuestros trabajos, pues cada vez más la sociedad nos va a exigir utilidad social y para dar ese salto va a ser necesaria una gran autocrítica. Espero que podamos y sepamos introducir el debate en las distintas sesiones de trabajo. Sería una magnífica aportación de este congreso. Ya os contaré qué sucede.