martes, 31 de mayo de 2011

Consideraciones sobre la ley electoral en España (V)

Volvamos en esta entrada a la regulación del sistema electoral de la LO 5/1985. Voy a tratar, como en la entrada anterior, de la reforma más reciente en la LO 2/2011. Me refiero a la leve, pero muy importante reforma del sistema electoral de las elecciones municipales.

Durante las movilizaciones de los últimos 15 días, entre las reivindicaciones (no entro en si de mínimos, de medios o de máximos) ha aparecido la apertura de nuevos canales de democracia directa, democracia participativa o democracia deliberativa. Hemos vivido también, sobre todo en los primeros días de movilización, interesantes experiencias asamblearias.

Pues bien, siento decir que en la última reforma de la ley electoral, en lugar de avanzar en este sentido, hemos sufrido un importante retroceso.

Hasta dicha reforma, existía una imporante figura, garantizada por la Constitución (artículo 140 CE), de democracia directa en España: el Concejo Abierto. Los concejos abiertos eran los que regían los municipios de menos de 100 habitantes (más de 1000 municipios en toda España), los cuales estaban gobernados por la asamblea de todos los vecinos. En las elecciones municipales, los vecinos votaban únicamente a un alcalde, el cual, no obstante, no podía tomar las decisiones básicas del municipio sin convocar a la asamblea, que era el órgano supremo de gobierno de la localidad.

Pues bien, la última reforma (artículo 179 de la LO 5/1985) ha arrasado prácticamente con los concejos abiertos. Ahora se rigen por un ayuntamiento como cualquier otro, gobernado únicamente por 3 concejales. Ya no hay asamblea de vecinos. La única opción de que un municipio sea Concejo Abierto es que así lo decida (2/3 de la población, según la ley de régimen local), pero por lo visto en las últimas elecciones, no son muchos los que han tomado directamente dicha opción (son bienvenidos datos en este sentido). Es decir, de la asamblea de vecinos hemos pasado a un triunvirato de representantes que, imagino, todo se lo guisarán y todo se lo comerán entre ellos. Al menos, es lo que les dice la ley que han de hacer.

(Una cuestión cercana es la pertinencia de que existan municipios tan pequeños, pero eso deberá tratarse en otra entrada en otro momento, sobre la reforma municipal. Mientras ésta no tenga lugar, creo que es una gran pérdida para la democracia que se haya acabado con el Concejo Abierto. ¿A quién le molestaba?)

(Continuará)

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